¡Querida comunidad aldeana!
Nos llena de alegría compartir con ustedes la nueva edición de Aldea News, donde celebramos los logros, aprendizajes y actividades que han llenado de vida nuestras aldeas durante este verano 2025.
Desde las aulas hasta los escenarios, nuestras niñas y niños siguen creciendo con valores, amor y compromiso. Aquí te contamos todo lo que hemos vivido:
Orgullo patrio que no se olvida
Aunque ya pasaron unos meses, seguimos recordando con emoción el desfile patriótico que realizamos en San Francisco de Macorís. Fue un momento hermoso para rendir homenaje a nuestros padres de la patria y a la valentía que nos dio independencia.
Y claro, en Pimentel también lo celebramos a lo grande, con la misma pasión y alegría que caracteriza a nuestras aldeanas. ¡La identidad y el amor por nuestra historia están más vivos que nunca!
🟣 Decimos NO a la violencia
En Pimentel vivimos una jornada muy especial enfocada en crear conciencia sobre la violencia de género e intrafamiliar. Recibimos a la procuradora fiscal Smaily Rodríguez, quien ofreció una charla valiosa y cercana.
Además, el grupo de teatro de nuestras niñas presentó una obra que tocó corazones y reflejó las realidades que muchas familias enfrentan. Fue un espacio para aprender, reflexionar y comprometernos con un entorno más seguro para todos.
🎤🎶 Arte que transforma
Cada semana, nuestras aldeas vibran con música, danza y folklore. Desde Voz Academy hasta los talleres de danza en San Francisco de Macorís y Pimentel, vemos cómo el arte fortalece no solo el cuerpo, sino también el espíritu.
Ver a nuestras niñas expresarse, aprender y disfrutar juntas es una de las mayores alegrías que vivimos en Aldea del Niño.
💬 Preguntas con propósito
En esta edición también reflexionamos sobre una pregunta muy importante:
¿Por qué debemos obedecer a nuestros padres?
Nuestro querido consejero espiritual, el Dr. Manuel Núñez, nos ofreció una respuesta llena de sabiduría que nos invita a valorar la guía y el amor de quienes nos cuidan.
Y para cerrar con broche de oro, compartimos este pensamiento para llevar en el corazón:
“Se necesitan dos años para aprender a hablar, y 60 o más para aprender a callar.”